quarta-feira, 19 de agosto de 2009

Cruce del oceáno...

En mis sueños, un pequeño pueblo se muestra. Muy cerca de mi, puedo tocarle, aunque estea muy lejos en la injusta distancia de la geografia. En mi distancia y a mi tiempo, puedo caminar otra vez (y ya lo sé que muchas otras lo haré) por las calles de la ciudad que, hoy, es algo de mi corazón. Me acordo de todo, de cada lugar y cada espacio. Mis viajes son frecuentes y me encantaria que así fuíse en mi realidad. Recuerdo el tren, la estación. En los trenes de la vida, hay gente que viene y quedase y otras que van y, quizá, jamás vuelven. Me gustaría ser de la gente que se queda. Por lo menos en el corazón y los recuerdos de otras personas. Gente, esta, que sin duda está entre los mios y en mi corazón. De España traigo mis recuerdos más dulces, de una vida que se ha cambiado mucho, de un tiempo que no vuelve y de personas que están por arriba y mucho más allá de todo, pues hoy son un pedazo de mi. Y puede que España no estea más en mis caminos como quiero y sueño otra vez, pero sus caminos y su gente llevaré siempre conmigo, al lado de lo mejor que puedo llevar. Y cuanto al Atlántico, lo atravesaré siempre, siempre, siempre...
(Para todos aquellos que me han dejado una huella en el corazón y que han hecho de España algo de lo mejor de mi vida. En especial: mis tios, Carmen y Publio, por dejarme hacer parte de su família; Gustavo, por traerme lo mejor de nuestro país y por todas sus "verciladas" y Ana, por haber sido "la primera" y por la sincera acojida a alguién a quien no conocía...)

Um comentário:

Anônimo disse...

Finalmente parei pra ler e...ADOREI GUTA!
Que honra que vc tenha me incluido nessa sua inesquecível viajem que, tenho certeza, terá volta um dia.
Beijao!!!
GA